Aqui crecí yo en el Orfanato "pequeñas sin hogar" un lugar horrible para que mentir. Junto conmigo vivía muchas otras niñas que tampoco quería estar allí, comiamos las sobras que dejaban las maestras frías y que apenas eran huesos o piel de carne, espinas del pescado o un poco del caldo de la sopa.
En él trabajaba una cocinera muy amable que nos veía tan desnutridas que a veces a mí y a las que les caíamos bien nos preparaba algún plato de sopa o puré, lo unico que podía hacer por ayudarnos era eso.
Por las noches era lo peor, las habitaciones enormes y congeladas se llenaban de ruidos y no podíamos hacer otra cosa que esforzarnos por dormir o intentar pensar en otra cosa para no hacernos pipí del miedo.
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